“No hay ningún móvil Android que sea capaz de competir con la experiencia de usuario, la innovación, y la calidad del iPhone”. Quien habla no es un directivo de Apple, sino el vicepresidente del fabricante chino Meizu, Li Nan. “Por eso, hemos decidido lanzar una nueva marca, PRO, que sea capaz de plantarle cara. Queremos atraer a los usuarios más exigentes, ofreciendo un aparato tope de gama que sea suficientemente robusto para quienes disfrutan con los deportes extremos, y que, a la vez, tenga un diseño atractivo para los que buscan ir a la última”, explica.
El nuevo buque insignia de la marca es el PRO 5, que rompe por primera vez la barrera psicológica de los 2.500 yuanes en su versión más básica, costará 2.799 yuanes (395 euros). Se trata de un elegante terminal que sigue la estela del diseño de su predecesor, el MX5, y que se viste con un cuerpo completamente metálico que se comercializará en los mismos colores que el terminal de Apple. “Es una aleación de aluminio y de magnesio utilizada en aviación y de gran resistencia”, ha apuntado el vicepresidente Bai Yongxiang durante la presentación. El tamaño es también muy similar al de la versión Plus del iPhone, con el que comparte una pantalla FHD de 5,7 pulgadas.
Curiosamente, es Samsung, una de las empresas más afectadas por el auge de las marcas chinas, quien fabrica tanto la pantalla Super AMOLED del PRO 5 como su procesador, un Exynos 7420 de ocho núcleos separados en dos grupos de cuatro que funcionan a 2,1 Ghz. y 1,5 Ghz. respectivamente. El terminal saldrá al mercado dentro de un mes en dos versiones diferentes: una con 32 GB de memoria interna y 3 GB de memoria RAM, y otra más potente con un almacenamiento de 64 GB y 4 GB de RAM. Además, a diferencia de lo que sucede con el iPhone, el PRO 5 incluye también la práctica función ‘dual sim’, que sirve para utilizar dos tarjetas con conectividad 4G de forma simultánea, y permite ampliar la memoria interna mediante una tarjeta Micro SD.
En cuanto a la cámara, Meizu ha sido fiel al sensor de 21 megapíxeles fabricado por Sony, y ha añadido un cristal de zafiro al luminoso objetivo -f 2.2- para mayor protección. “Así será casi imposible que se raye”, ha apuntado Bai. Además, las imágenes serán de mayor calidad gracias al enfoque láser y el doble flash de dos tonos, y el móvil graba tanto vídeos en calidad 4K, una función que ya incorporó el MX5, como imágenes en movimiento GIF, que son muy adecuadas para compartir en redes sociales como Twitter. En lo referente a la cámara anterior, la de los ‘selfies’, el PRO 5 también destaca con un sensor de 5 megapíxeles y una lente que no provoca distorsión. El apartado de sonido está también muy cuidado, ya que Meizu ha decidido incluir un sistema de Alta Fidelidad.
Finalmente, el aparato incorpora el botón M-touch que la marca ha ido desarrollando en sus últimos terminales. Se trata de un interesante botón físico que acapara las funciones de los tres botones tradicionales de Android -toque para ir atrás y presión para ir al menú de inicio- e incorpora un rápido lector de huellas digitales que, según ha anunciado la marca, puede perfectamente competir en velocidad con el del nuevo iPhone 6S. Meizu también ha añadido su M-Charge de carga rápida a una batería de 3.050 mAh. que, gracias al ahorro energético logrado por la última versión del sistema operativo Flyme -basado en Android 5.0-, dura tranquilamente día y medio.
Una ambiciosa transformación
De esta forma, Meizu completa la ambiciosa transformación que comenzó el año pasado. Hasta entonces, esta marca que se hizo famosa hace una década gracias a la gran calidad de sus reproductores MP3 sólo lanzaba un smartphone al año, y lo hacía de forma silenciosa. El reducido capital de la empresa estaba en manos de su presidente, Huang Zhang, que creía suficiente mantener un nicho de mercado. Eso funcionó con los primeros tres modelos de la serie MX, que tuvieron buena aceptación entre el reducido grupo de fieles de la marca. Pero, en 2011, Xiaomi irrumpió en el mercado cual elefante en cacharrería, y la modesta estrategia de Meizu dejó de funcionar. “Nos dimos cuenta de que, si no conseguíamos unas ventas mayores, corríamos el riesgo de desaparecer”, reconoce Li.
Por eso, el año pasado Huang abrió el puño y Meizu dio la bienvenida a nuevos inversores. La primera ampliación de capital, de 240 millones de euros, permitió a la marca lanzar dos terminales casi seguidos: el MX4 y la versión más avanzada, el MX4 Pro. Pero fue la llegada del gigante del comercio electrónico chino,ALIBABA, la que marcó la diferencia. Los 510 millones de euros que inyectó sirvieron para crear la primera submarca, Meilan, dirigida a competir en la gama baja -aparatos de menos de 100 euros- con el Red Rice de Xiaomi.
Y luego llegó el empujón a la internacionalización con dos terminales muy atractivos, el M2Note y el MX5. “India es uno de nuestros mercados prioritarios, pero estamos también interesados en países desarrollados como los de Europa”, explica el vicepresidente. Ahora, con el PRO, Meizu logra abarcar todo el abanico de categorías, y parece que la estrategia está funcionando. En los primeros seis meses del año vendió 8,9 millones de teléfonos móviles, un espectacular crecimiento del 540% sobre la cifra de 2014, y sólo el mes pasado las ventas fueron de 2,89 millones de unidades. Así, el objetivo es alcanzar los 20 millones al final de 2015. Sin duda, teniendo en cuenta que el mercado chino se ha contraído por primera vez este año, el de Meizu es todo un logro.
http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2015/09/23/actualidad/1443023722_673089.html
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