Cuatro victorias, un empate y doce derrotas; 17 goles a favor y 37 en contra. Son los números que ha dejado el ciclo de Noel Sanvicente como seleccionador nacional. El técnico más exitoso del balompié venezolano tiene 16 meses en el banquillo vinotinto y no le encuentra la vuelta, quedando como una isla aquella sonora victoria (1-0) sobre Colombia. El equipo es último, sin puntos tras cuatro fechas, pero cuando se esperaba su renuncia, "Chita" soltó sorpresivamente: "de mi boca no va a salir esa palabra".
"Aquí estoy dando la cara, muy triste. Son cuatro partidos sin puntos... Desde mi llegada a la selección parezco el rey de los regalos, porque todos los goles nos los hacen con regalitos", soltó de entrada el estratega, que en sus palabras y tono lucía muy sentido y no abrió espacio para interrogantes de la prensa.
"Es normal querer sacar a uno y no a 25, así es en cualquier parte del mundo. Muchos ya no creen, la gente se apunta con los ganadores", prosiguió el reflexivo Sanvicente que se presentó en la sala de prensa y dejó una confesión alarmante: "No veo el respaldo que necesita un técnico". Y aseguró que ese pensamiento lo compartió también con los jugadores en el vestuario luego del compromiso. Aunque más adelante hizo el mea culpa: "aquí hay un solo culpable, soy yo".
¿Que viene ahora? "Esta noche iré a cenar con mi familia, no le debo nada a nadie... Trabajé por quince años para estar aquí, nadie está más triste que yo", comentó. En los próximos días, "tendré una reunión con los directivos y si ahí me voy, ya lo sabrán"
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