Dicen que el instinto materno no falla. Y en mi caso fue así: en mi mundo ideal de Susanita quería tener la “parejita”, pero una voz interior siempre me dijo que sería mamá de varones.
Recuerdo que mi esposo y yo estábamos en Cancún de vacaciones cuando un malestar desconocido se apoderó de mí. Al cabo de una semana, verificamos lo que era un hecho: estaba embarazada.
Y ahí vino mi primera certeza. Con la prueba casera positiva en la mano, le dije a mi esposo “tendremos un varón” y él me miro con cara de “ahora es adivina”.
7 meses después nació MiniSpiderman -como cariñosamente le digo en twitter a mi hijo de 4 años-. Cuando salí embarazada por segunda vez, yo imaginaba que algún día una pequeña me acompañaría a la peluquería, pero mi voz secreta me decía es otro varón. Y nació, Moreno mío, como conocen en las redes sociales a mi hijo de 13 meses.
Así que en estos años de ser mamá de 2 varones he descubierto algunas cosas:
- Cuando tienes un hijo varón conoces al verdadero “hombre de tu vida” o si lo prefieres al príncipe de tu propio cuento de hadas.
- Los varones son cariñosísimos con mamá (y no es que las niñas no lo sean, pero es que un varón se desvive por ti).
- Si estás en la calle, llevarlos al baño no es motivo de estrés porque pueden hacer pipí en cualquier parte (es más, les encanta). En casa, debes aceptar que mientras aprenden a “apuntar” siempre hay que secar el WC después que lo usan.
- Los superhéroes como Spiderman, Ben 10, Hulk, Capitán América pasan a formar parte de tu día y muchas veces terminas siendo la heroína de la historia.
- Sus juegos son bruscos: les encanta saltar, correr, treparse en tu espalda cuando te agachas o brincarte encima. Pocas veces lograrás que se sienten a colorear.
- Hay que aceptar que alguna vez terminarás en la emergencia de una clínica porque se lanzarán a toda velocidad con la bici por una bajada o se caerán mientras tratan de mirar el cielo al “volar” en el columpio.
- Sólo usas tacones cuando sales sin niños porque correr con ellos, ayudarlos a treparse en el parque o jugar carritos en el piso, sólo es posible en tenis.
- Desde bebés les encanta jugar con su pene, lo que es muy natural y les causa mucha gracia.
- La complicidad que crean con papá es uno de los vínculos más hermosos que jamás verás.
- Dormir con ellos es lo máximo porque siempre quieren abrazarte.
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