De vez en cuando todos necesitamos un reset. Hay días en que
los aparatos electrónicos se rayan, y de un momento a otro deciden
bloquearse, o quedarse “pensando”, o se apagan sin más y sin motivo
aparente. Suele pasar en los momentos donde más los necesitas (o al
menos eso piensas) y uno, que no tiene idea de cómo solucionar el
inconveniente, se raya y se bloquea tanto o más que el aparato, entonces
ahora en vez de uno somos dos los entes que no sabemos qué hacer.
La mayoría de las veces, la acción más simple suele ser la indicada
para que todo vuelva a la normalidad: desenchufar el aparato y volverlo
a encender, reiniciar el ordenador o dejar el móvil apagado unas horas.
De hecho cuando falla internet y llamas a la compañía que te provee el
servicio, lo primero que te dicen es que intentes desconectar los cables
y pasados unos minutos, los vuelvas a conectar, ya que las
estadísticas demuestran que un gran porcentaje de los casos, haciendo
esta simple acción todo vuelve a la normalidad.
Con los seres humanos pasa lo mismo. Por más diferentes que nos
creamos de los aparatos, hay cosas en las que nos parecemos demasiado,
de hecho, por algún motivo hemos decidido darles velocidad, mejorarlos
y hacerlos más inteligentes y con más funciones a ellos, no a nosotros
mismos.
Si ellos, con las capacidades que les hemos dado, necesitan estar en off de vez en cuando, ¡imagínate nosotros!. Y como de momento no somos Superman,
vamos a necesitar también alguna vez hacer un alto en el camino, bajar
la guardia y relajar, porque solo de esta manera podremos volver a
nosotros mismos.
¿Y cómo hacerlo? De muchísimas formas, pero aquí yo te doy las que creo que son las mejores maneras de “reiniciarse”:
Hacer el amor
El contacto con otra persona y con el propio cuerpo te mantiene en
el momento presente, permite que sientas lo que está pasando ahora
mismo y en este lugar, sin importar lo que pasó ayer o lo que vendrá
mañana. Hace que tus sentidos se conecten entre sí y funcionen con más
capacidad, además despeja tu mente. Y el orgasmo te brinda algunos
instantes de inconsciencia, totalmente necesaria para recargar el alma,
la sangre de tu cerebro, y las pilas de tu vida.
Llorar
Nunca lo dudes, después de una buena sesión de llano te sentirás
como nueva y dormirás como un bebé. Si vives con más gente y necesitas
intimidad, un buen truco es ir al baño y abrir la ducha o los grifos de
agua y aprovechar ese ruido para desahogarte en tus sollozos, el agua lo
limpia todo, las lágrimas despejarán tus ojos y tu corazón, y después
verás todo con más claridad.
Expresar tu enojo
Muchas personas llevan pegada la etiqueta de ser “el cuerdo” de la
familia o de su grupo. Si eres siempre la persona sensata y que nunca se
altera, y asumiste ese papel al cien por cien, es posible que alguna
vez esto te genere carga, porque cuando necesites enfadarte por algo lo
reprimas y no te expreses. ¿Sabes qué? Alguna vez quítate esa etiqueta y
expresa tu enojo, tu vida es tuya y la idea es que la vivas como
quieras. Ya verás lo bien que te sentará hacerlo.
La idea de estos métodos de reset es que no vivamos
encorsetados en un papel. El mundo cambia, la ida cambia, y nosotros
también podemos y debemos cambiar. Las emociones están para ser
expresadas, no amuralladas por miedo o por vergüenza.
Te deseo un hermoso viernes, un abrazo y sé feliz.
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