El término sexualidad comprende una parte fundamental de cada individuo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la definió como “un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida“. Dentro de ese concepto, entra el sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual, señala el portal Web Salud.es.
La sexualidad está llevada “por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales”.
La vida sexual sana consiste en disfrutar de la actividad sexual elegida por cada persona, sin causar ningún tipo de daño físico o mental. Por supuesto, en el sexo existe algo más que el simple placer.
La sexualidad incluye el término sexo, pero a su vez está enlazado con la personalidad y con factores psicosociales de la persona. Hoy en día se emplea psicosexualidad referido al desarrollo de la personalidad que se ve afectado por la propia sexualidad.
La sexualidad abarca tantas otras cosas, que tiene 4 factores que se reflejan en el individuo: alrededor de la sexta semana y hasta el tercer mes de gestación se produce la diferenciación entre macho y hembra en el embrión. Esto se logra a través de las hormonas andrógenas. Sexo genérico: al nacer el bebé ya tiene definido el sexo, pero será realmente determinado a través de un trabajo adaptativo que se realizará en los primeros años de vida. Orientación sexual: describe el objeto del impulso sexual de una persona, que puede ser homosexual, heterosexual y bisexual; y Conducta sexual: son todas aquellas acciones que ejerce el individuo en relación a su sexualidad.
0 comentarios :
Publicar un comentario